Cuando se empezaron a desarrollar nuevas actividades en Nueva España, también se comenzaron a crear privilegios y atribuciones para la gente en un alto nivel social o económico. A estos privilegios se les llamó "fuero". No todas las personas gozaban de esto, sólo El Consulado de Comerciantes de la Ciudad de México, el clero, la burocracia y el ejército poseían estas atribuciones.
Después de algún tiempo, la corona española eliminó los fueros, ya que desde las Reformas Borbónicas, se buscaba mejorar la administración del dinero tanto en España como en Nueva España. Gracias a esto, eliminaron los fueros, ya que a través de ellos se iban los ingresos muy fácilmente y se fugaba el dinero de una manera muy sencilla. El clero y los comerciantes fueron los más afectados por la desaparición de los fueros, mientras que el ejército se fortaleció.
La sociedad colonial se estructuró en diversos grupos o estamentos ordenados jerárquicamente. La vida para los que no eran españoles o peninsulares, cada vez se complicaba más. Los criollos eran discriminados y no eran permitidos en cargos públicos importantes. Estos cargos fueron ocupados por peninsulares con el fin de crear una burocracia profesional. Los criollos sólo podían ser sacerdotes o algo relacionado con la iglesia.
La estructura jerarquizada de la sociedad novohispana era la siguiente:
Para aprender más:
Daniela Cortés Navarro
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